El mito del Jabalí de Calidón es una historia de la mitología griega. Según el contexto histórico, Artemisa envió al jabalí para castigar a Calidón. El monstruo causó devastación y Eneo convocó a los cazadores de Grecia.
Meleagro y Atalanta participaron en la cacería. Meleagro mató al jabalí, pero hubo enfrentamientos entre los cazadores. Hay diferentes versiones sobre el destino de Meleagro. También se relaciona con otros mitos y la representación artística, como en la pintura de Rubens.
El Mito del Jabalí de Calidón
El mito del Jabalí de Calidón es una historia perteneciente a la mitología griega que representa a uno de los monstruos ctónicos más destacados. A continuación, exploraremos los detalles y las diferentes facetas de este fascinante relato.
Contexto histórico del mito
El mito del Jabalí de Calidón está arraigado en la antigua región de Calidón, en Etolia. En este contexto, el rey Eneo se olvidó de incluir a la diosa Artemisa en sus sacrificios anuales, lo que provocó su ira y el envío de una feroz bestia para castigar a la región.
Enviado por Artemisa: Castigo a Calidón
La diosa Artemisa, ofendida por la omisión de Eneo, envió al Jabalí de Calidón para devastar la región. Este monstruo fue el instrumento de su venganza y sembró el caos y la destrucción en Calidón, atacando viñedos, cosechas y obligando a los habitantes a buscar refugio en la ciudad.
Descontrol y devastación del jabalí
El Jabalí de Calidón, al ser liberado, mostró un comportamiento descontrolado y salvaje. Sus acciones destructivas generaron un ambiente de temor y desesperación entre los habitantes de Calidón, quienes se vieron obligados a buscar una solución a esta amenaza inminente.
Convocatoria a los cazadores de Grecia
Ante la grave situación, el rey Eneo decidió tomar medidas y lanzó una convocatoria en busca de los mejores cazadores de Grecia. El objetivo era cazar al Jabalí de Calidón y poner fin a su reinado de terror.
La recompensa ofrecida fue la piel y los colmillos del feroz animal.
Participación de Meleagro y Atalanta
La convocatoria del rey Eneo atrajo a numerosos héroes de la época, entre ellos destacan Meleagro, algunos Argonautas y la habilidosa cazadora Atalanta, quien había sido criada por Artemisa misma.
Atalanta fue la primera en herir al jabalí con una flecha, pero fue Meleagro quien finalmente logró darle muerte.
Muerte del jabalí y confrontaciones entre los cazadores
A pesar de haber logrado acabar con la vida del Jabalí de Calidón, la cacería no terminó en armonía. La victoria suscitó enfrentamientos y disputas entre los cazadores por el preciado botín, despertando así la ira y la venganza de Artemisa y desencadenando una serie de consecuencias inesperadas.
Versiones y consecuencias de la cacería
El mito del Jabalí de Calidón ha dado lugar a diferentes versiones, cada una con sus propias variantes y consecuencias. A continuación, exploraremos dos de las principales versiones del destino de Meleagro y las repercusiones que tuvieron en la historia de Calidón.
Versión de Homero: Conflicto con los Curetes
Según la versión transmitida por Homero, después de la cacería del jabalí, Meleagro provocó un conflicto entre los calidonios y los curetes, matando incluso a sus propios tíos maternos. Estas acciones desataron la furia de su madre Altea, quien lo maldijo.
Como resultado, Meleagro decidió abandonar la lucha y permitir que los curetes asediaran Calidón. Sin embargo, con la súplica de su esposa Cleopatra, Meleagro finalmente volvió a la batalla y, con su ayuda, los calidonios lograron vencer a los curetes.
Otra versión: Amorío con Atalanta y tragedia familiar
En contraste, otra versión de los acontecimientos omite el conflicto con los curetes y se centra en el amorío entre Meleagro y Atalanta, quien también participó en la cacería del jabalí.
Meleagro, enamorado de Atalanta, le ofreció el trofeo del jabalí, lo que generó la ira de sus tíos, quienes también deseaban el premio. En un estallido de ira, Meleagro los mató, lo que enfureció aún más a su madre Altea.
De forma trágica, Altea decidió poner fin a la vida de Meleagro al quemar el tizón de leña que estaba destinado a su supervivencia.
Destino final de Meleagro
El destino final de Meleagro no está claro en ninguna de las versiones. Se especula que pudo haber muerto en combate o que fue consumido por las llamas del tizón ardiente encendido por su madre Altea.
La incertidumbre en torno a su muerte deja abierta la posibilidad de interpretaciones y especulaciones sobre su legado y su papel en la mitología griega.
Relaciones de Meleagro con otros mitos
Meleagro, además de su participación en la cacería del Jabalí de Calidón, también está relacionado con otros mitos griegos.
Su presencia se registra en la epopeya de los Argonautas en busca del Vellocino de Oro, donde se le menciona como uno de los valerosos héroes que se unieron a la expedición.
Su valentía y habilidad como cazador resaltaron en esta aventura, y su participación fue crucial para el éxito de la búsqueda del Vellocino.
Meleagro en la búsqueda del Vellocino de Oro
En la epopeya de los Argonautas, Meleagro se unió al famoso grupo de héroes en busca del preciado Vellocino de Oro.
Su destreza tanto en la caza como en el combate fue reconocida por sus compañeros, quienes valoraron su valentía y determinación. Durante la travesía, Meleagro demostró su coraje en diversas pruebas y enfrentamientos, ganándose su lugar entre los distinguidos Argonautas.
Posible descendencia de Meleagro con Atalanta
Hay referencias que sugieren una relación amorosa entre Meleagro y Atalanta, la cazadora criada por Artemisa. Algunas versiones cuentan que el ofrecimiento del trofeo del jabalí por parte de Meleagro a Atalanta generó la ira de los tíos del héroe, quienes querían obtener ese premio para sí mismos.
Esta situación condujo a la tragedia familiar y a la eventual muerte de Meleagro. Se especula que de esta relación podría haber surgido un posible descendiente.
Transformación de las Meleágrides por Artemisa
Tras la muerte de Meleagro, sus hermanas, conocidas como las Meleágrides, lloraron intensamente su pérdida.
Según la tradición, Artemisa, en su divina existencia como diosa de la caza, transformó a estas mujeres en aves pintadas. Solo dos de ellas, Gorge y Deyanira, fueron excluidas de esta metamorfosis y conservaron su forma humana.
Esta transformación sirvió como un recordatorio eterno de la tragedia que rodeó la vida de Meleagro y de la cacería del Jabalí de Calidón.
4. La Caza de Calidón en la representación artística
La Caza de Calidón, también conocida como la cacería del Jabalí de Calidón, ha sido un tema recurrente en el arte clásico.
Esta historia mitológica ha capturado la imaginación de artistas a lo largo de los siglos, quienes han plasmado este episodio en diversas obras de arte.
La pintura de Pedro Pablo Rubens: ‘Atalanta y Meleagro cazando el jabalí de Calidón’
Una de las representaciones más destacadas de la Caza de Calidón es la pintura realizada por el famoso artista Pedro Pablo Rubens.
Titulada ‘Atalanta y Meleagro cazando el jabalí de Calidón’, esta obra plasma el momento crucial en el que Atalanta hiere al jabalí con su flecha y Meleagro lo mata.
La pintura de Rubens se caracteriza por su técnica magistral y su uso vibrante del color. Los personajes principales, Atalanta y Meleagro, se encuentran en el centro de la imagen, rodeados de un paisaje frondoso típico de la última etapa artística de Rubens.
El artista logra transmitir la intensidad y la tensión de la cacería a través de la expresión en los rostros de los cazadores, la postura de los cuerpos y el dinamismo de la composición.
La obra fue un éxito en su época y sigue siendo admirada por su calidad artística. Actualmente, se encuentra en la colección de Felipe IV, conservada en algún lugar de la historia.
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