La diosa Etna o la diosa Aitna en la mitología griega

Aitna

Aunque se trata de una diosa que no es especialmente conocida en el panteón de los diosas de la mitología griega, la historia y la influencia de la semidiosa Aitna si era importante para los antiguos griegos.

A la semidiosa Aitna se la considera una de las deidades primordiales que gobierna, concretamente, sobre el volcán Etna.

Veamos un poco más sobre el origen y la historia de la semidiosa Aitna

Los orígenes de la semidiosa Aitna

Al igual que ocurría con las otras deidades primordiales de la mitología griega, la semidiosa Aitna representaba los principios fundamentales de la naturaleza.

En concreto, su propósito era explicar a los primeros humanos la existencia de las montañas y los volcanes.

Aitna existió mucho antes de que los titanes y dioses olímpicos entraran en el mundo en una época de relativa paz y armonía.

Como comentábamos, Aitna forma parte de lo que se conocen como las deidades primordiales, un grupo de seres divinos que surgió poco después del Caos.

El Caos era el estado primitivo de la nada, y de este surgieron otros seres primordiales como Gaia o Éter, unas de las primeras inmortales en existir en la tierra.

Aitna

La importancia de Gaia en la historia de la semidiosa Aitna

A la deidad primordial Gaia se la considera la personificación del mundo y la madre de todas las cosas que dará a luz a muchas figuras significativas como fueron los Titanes y la Ourea.

Los Ourea eran un grupo de dioses que representaban las diferentes montañas de Grecia y constaban de 10 en total, y de este grupo, Aitna formaba parte también.

Aunque, desgraciadamente, no existen demasiadas representaciones artísticas de los Ourea, la mayoría de las historias los describen como hombres ancianos que vivían en aquellas montañas griegas que representaban, pero no tenían un papel especialmente relevante en la mitología.

Por lo general, los Ourea sólo aparecían para aconsejar sobre los conflictos que se producían en su montaña, siendo, por tanto, su aspecto de ancianos ideal para su papel como jueces y árbitros de dichos conflictos.

En el caso de Aitna, tenemos la única excepción. Era la única Ourea femenina que había en el grupo, y de nuevo, no se han conservado obras de arte que nos muestren el aspecto que la semidiosa tenía.

Las únicas referencias de las que disponemos es que tuvo relación con uno de los dioses más conocidos de la mitología, Zeus, el dios del trueno, y eso implica que la semidiosa Aitna seguramente tenía aspecto de una hermosa mujer joven.

¿La razón de esta afirmación? El dios Zeus era un mujeriego que tenía mucha predilección por las mujeres jóvenes, y teniendo en cuenta que tuvo un romance con la semidiosa Aitna, podemos extrapolar el aspecto de esta deidad.

La importancia de la diosa Aitna y el Monte Etna

Como hemos comentado al principio, la semidiosa Aitna presidía el Monte Etna, una montaña volcánica situada en Sicilia y que hoy en día se considera un estratovolcán activo.

Pero en la antigua Grecia, su imprevisible comportamiento fue fuente de muchas leyendas.

En concreto, una de ellas afirma que los gigantes Tifón y Encélado estaban apresados bajo el Etna. Tifón, también conocido como Typhos o Typhoeus, era un monstruoso gigante con forma de serpiente, mientras que Encélado es un gigante que participó en la guerra de la Titanomaquia.

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Así, los antiguos griegos usaron esa explicación para afirmar que se trataba de los gigantes lo que estaba detrás de la actividad volcánica. Creían que la inquietud de los monstruos causaba los terremotos y los flujos de lava.

Otra explicación era que las olas de humo provenían del dios Hefesto. De hecho, según algunos registros, el herrero de los dioses tenía uno de sus muchos talleres en el monte Etna e incluso, algunas leyendas afirmaban que es en el Etna donde Hefesto hizo por primera vez los rayos de Zeus.

Cada vez que Zeus lo visitaba, el humo de sus hornos era visible. Mientras tanto, el calor del fuego provocaba el flujo de lava y la erupción de géiseres.

Algunas otras leyendas sobre la semidiosa Aitna y la actividad del Etna

El hecho de que Aitna sea una semidiosa femenina la diferencia de manera única de las demás deidades Ourea. Pero esta no es la única cosa que hace que Aitna sea especial.

La semidiosa Aitna es una de las pocas que amplía su linaje y se la considera como la madre de los Palici, un par de deidades que representan los géiseres y las aguas termales.

Más tarde se pensó en que la descendencia de Aitna era la razón que justificaba el comportamiento único del Monte Etna. Esto se creía así porque los otros Ourea presidían montañas que no tenían actividad volcánica en realidad.

Pero el monte Etna estaba activo y requería una mitología diferente para explicar los fenómenos naturales.

Leyendas sobre la descendencia de la semidiosa Aitna

El padre de los Palici no se deja muy claro dentro de las historias de la mitología griega.

De hecho, hay dos posibles pretendientes a la semidiosa Aitna: Hefesto y Zeus.

Algunas de las historias dicen que Hefesto se enamoró perdidamente de la semidiosa Aitna y que los dos tuvieron una breve aventura que resultó en el nacimiento de los Palici.

Otro posible padre es el propio Zeus, el rey de los dioses, que tenía fama de infiel. Como cuentan las leyendas mitológicas, a menudo se disfrazaba para tener aventuras con otros inmortales. Y como esto sucedió tan a menudo, muchas de las historias de sus escapadas se han perdido en el tiempo.

La mayoría de las fuentes coinciden en que lo que Zeus y la semidiosa Aitna tuvieron no fue más que un breve romance.

Aitná

Otras historias de la semidiosa Aitna

Al igual que ocurría con los otros Ourea, la semidiosa Aitna era relativamente anónima y no aparecía apenas en la mitología griega ni tampoco tenía un papel muy relevante como otros seres mitológicos.

Esto era porque las deidades primordiales tenían menos presencia humana en el mito que los dioses posteriores. La razón es que los primeros dioses inmortales personificaban los fundamentos del mundo conocido: Gaia era la tierra, Éter era el cielo y en este caso, Aitna era la representación del monte Etna.

Como resultado de esto, no había necesidad de explicar mucho más de sus historias puesto que su propia forma ya explicaba todo lo que había saber.

Por esto, la mayoría de los Ourea permanecieron en un segundo plano, interviniendo sólo cuando era necesario, y en concreto las historias de la semidiosa Aitna son muy escasas.

La más relevante se trata de la posesión de Sicilia: Hefesto y Deméter querían controlar la isla más grande del Mediterráneo. Debido a que el Monte Etna está en la costa este de Sicilia, ella les aconsejó sobre qué hacer… y eso es todo.

Finalmente, Sicilia fue para Deméter. Se convirtió en el telón de fondo de muchas historias relacionadas con la diosa y su hija Perséfone.

Como podemos ver, la semidiosa Aitna, aunque importante en el contexto, no tuvo gran contenido más allá de un par de historias, a diferencia de otras deidades como Hefesto, Zeus o Deméter.

 

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