Ariadna era un personaje que fue de gran importancia en la aventura de Teseo y el enfrentamiento con el minotauro de Creta, y por ello, podemos encontrarla entre los diferentes héroes y heroínas de la mitología griega
Aunque la historia de esta heroína no es muy conocida en comparación con otros personajes, su papel para acabar con el minotauro fue clave gracias a la ayuda que le prestó a Teseo, puesto que el hilo de Ariadna fue lo que lo guío de vuelta del laberinto de Creta.
Hoy vamos a ver el origen y el destino de Ariadna en la mitología.
El origen de Ariadna según la mitología griega
Ariadna es la hija del rey Minos de Creta y de Pasífae, su esposa. Y se dice que tuvo muchos hermanos, como Deucalión o Androgeo, y al igual que ellos, Ariadna era una princesa respetada en Creta.
La historia comienza cuando el rey Minos exigió a Atenas que le pagara un tributo como represalia tras la muerte de su primogénito cuando este se enfrentó al toro de Maratón por orden del rey de Atenas, Egeo.
La forma de este tributo eran los sacrificios humanos que se entregarían a uno de los monstruosos hijos del rey Minos, la criatura conocida como el Minotauro, que estaba encerrada en el laberinto bajo la ciudad de Creta.
En ese tributo, Minos les exigía a los Atenienses que siete doncellas y siete jóvenes de Atenas fueran sacrificados al Minotauro.
Con la intención de acabar con este tributo, el príncipe ateniense Teseo llegó a Creta, haciéndose pasar por uno de los tributos para ser sacrificado al Minotauro, aunque su intención real era enfrentarse a él.
Ariadna y Teseo se unieron para derrotar al Minotauro
Cuando Ariadna vio a Teseo se enamoró de él al instante y fue así cómo Ariadna comenzó a observar todo lo que ocurría con Teseo desde la distancia.
Ariadna se acercó a Teseo en secreto y le prometió ayudarlo a derrotar al Minotauro en el laberinto.
Ariadna dijo que sólo lo haría con la condición de que se casara con ella y la llevara de vuelta a Atenas y este aceptó orgulloso, e incluso hizo un juramento ante los dioses.
Ariadna entonces pidió ayuda a Dédalo, el maestro artesano que utilizó su talento y habilidad para diseñar y construir el Laberinto donde se encontraba el Minotauro encerrado.
Siguiendo las instrucciones de Dédalo, Ariadna le dio a Teseo un ovillo de hilo. Le dijo que atara un extremo a la entrada del laberinto para que, siguiendo el hilo de Ariadna, Teseo pudiera encontrar el camino de vuelta a la entrada.
Ariadna también le dio a Teseo una espada que debería emplear para luchar y derrotar al Minotauro en su guarida.
La huida de Teseo y Ariadna y el abandono según la mitología griega
Después de que Teseo derrotase al Minotauro, se reunió con Ariadna y los otros atenienses que iban a ser sacrificados al Minotauro y se pusieron rumbo a Atenas empleando el mismo barco que los había traído a Creta.
Teseo decidió detenerse en la isla de Naxos tras recibir un mensaje del dios Dionisio que le decía que tenía que abandonar a Ariadna y continuar su camino a Atenas sin ella.
Debido a estos hechos, existen varias versiones de la historia sobre cómo Teseo y Ariadna se separaron.
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En la primera de ellas, Ariadna es abandonada por Teseo cuando desembarcan en la isla de Naxos. Es entonces cuando Dionisio la encuentra y decide convertirla en su esposa. Se decía que Dionisio estaba enamorado de Ariadna y por esa razón, obligó a Teseo a abandonarla para no desatar su ira.
En otra de las historias, se dice que, aunque ambos estaban enamorados, Teseo dejó a Ariadna en la isla sin ninguna influencia del dios porque estaba realmente preocupado por lo que los atenienses podrían pensar si traía de vuelta a la ciudad a una mujer de Creta, y más aún tratándose de la hija del rey Minos que tantos años de dolor les había causado
Además de ello, a Teseo le preocupaba confiar en una mujer que traicionó a su propio padre tan fácilmente.
Dionisio y Ariadna, un destino incierto
Hay muchas versiones sobre lo que le ocurrió a Ariadna una vez que se separó de Teseo.
Homero escribió que Artemisa acabaría asesinando a Ariadna a petición del dios Dionisio puesto que este no podía soportar que él, un dios inmortal que había reclamado a Ariadna no fuera suficiente para ella.
Le molestaba especialmente que ella pudiera tener sentimientos por un amante mortal y no por un ser poderoso como era Dionisio.
También se dice que la corona que Ariadna le entregó a Teseo antes de entrar en el laberinto fue un regalo del dios Dionisio y este consideró un ultraje que ella le entregase su regalo a un mortal.
La versión más popular del mito: Dionisio y Ariadna se casaron
Por supuesto, también existen otras versiones que afirman que Ariadna no fue asesinada. En su lugar, Dionisio y Ariadna se casaron, y como mortal que era, tuvieron que pedirle a Zeus que le otorgase la inmortalidad para poder estar junto con su dios.
Cuando Dionisio y Ariadna se casaron, era una práctica común que la novia recibiera regalos de otras deidades. Uno de los regalos más notables que recibió Ariadna fue la Corona de Ariadna, que se trataba de un regalo de Horia y Afrodita.
Los descendientes de Dionisio y Ariadna según la mitología griega
En esta versión en la que Dionisio y Ariadna se casan, ella daría a luz a cinco hijos. Se llamarían Thoas, Oenopio, Peparethus, Estafilo y Ceramus.
Y aunque todos ellos fueron reconocidos como hijos del dios Dioniso, hubo historias en las que dos de sus hijos eran considerados como descendientes de Ariadna y Teseo.
Oenopio se convertiría en el rey de Quíos, y sería conocido por cegar a Orión.
Estafilo eligió vivir en la isla de Naxos. Se benefició de su familia y especialmente de ser el sobrino de.
Ceramus fue nombrado señor de ciertos distritos de Atenas.
Peparethus fue nombrado rey de una isla que llevaría su nombre.
Thoas también recibió la isla de Lemnos, lugar donde gobernó antes de ser hecho rey de Tauris.
Como dato curioso, existe una arboleda sagrada en Chipre donde se encuentra un santuario. Se conoce como la Arboleda de Afrodita y Ariadna. Según la leyenda, la tumba de Ariadna se encuentra dentro del santuario de Afrodita y Ariadna.
