Como ya sabemos, la mitología griega es conocida por sus grandes historias y fábulas que han ido influyendo en muchos aspectos de la vida cotidiana y de la cultura que tenemos hoy día.
El mito de Andrómeda nos cuenta la historia de como este personaje de la mitología griega pasa de convertirse en una reina a perdurar por siempre en las estrellas del cielo nocturno.
La vida de Andrómeda no fue precisamente fácil, al igual que ocurre con la mayoría de los héroes de la mitología griega, pero a diferencia de muchos otros, el legado de este mito perdura en nuestra cultura hoy en día… Esta es la historia del mito de Andrómeda.
La historia de Andrómeda según la mitología griega
La princesa Andrómeda era la hija del rey Cefeo y la reina Casiopea, gobernantes de Etiopía.
Andrómeda fue bendecida con el don de la belleza, y este don fue a su vez, una maldición que le traería muchas desgracias en el futuro.
Su madre, la reina Casiopea no podía evitar presumir de manera orgullosa de la extrema belleza de su hija, y esto llegaba hasta tal punto, que llegó a tomar la horrible costumbre de presumir de ello delante de cualquiera
Un día, la reina se atrevió a decir que su hija Andrómeda era incluso más bella que las nereidas, las ninfas del mar, que según las leyendas, se consideraban las criaturas más bellas de prácticamente toda la creación.
Esta afirmación llegó a oídos del dios del mar Poseidón, que, horrorizado ante semejantes afirmaciones, se enfureció y decidió castigar a los mortales por sus palabras desmedidas. Para Poseidón, las nereidas eran unas amigas muy queridas y afirmar aquellas palabras era casi como insultarlas y faltarles al respeto.
Las consecuencias fueron fatales para la princesa Andrómeda
El dios del mar Poseidón decidió entonces enviar al monstruo marino Cetus para que destruyera la costa de la ciudad de Etiopía y así dar una lección a los mortales por sus palabras hirientes.
Como último intento de salvar su ciudad, el rey Cefeo decide sacrificar a su hija Andrómeda al monstruo marino Cetus con la esperanza de que sirva de penitencia por los crímenes blasfemos cometidos contra las nereidas.
Así pues, ordenó encadenar a Andrómeda a una roca y dejarla allí para que el monstruo Cetus la devorara. Después, el rey prohibió a Casiopea que volviera a hacer afirmaciones que pudieran enfadar a los dioses.
Así, con el sacrificio que pretendía realizar usando a su hija Andrómeda, el rey pretendía evitar que su ciudad fuera totalmente destruida por la ira de Poseidón y el monstruo Cetus.
Sin embargo, las cosas cambiarían con la llegada de un héroe
Andrómeda y Perseo: dos amantes destinados
Mientras tanto, el héroe Perseo, que regresaba triunfante de su búsqueda para acabar con la terrible Medusa, se topó con la roca donde Andrómeda está encadenada e indefensa esperando ser sacrificada por el Cetus.
Cuando la vió, Perseo quedó instantáneamente encantado por su belleza y se enamoró de la pobre damisela en apuros. Al parecer, aunque la belleza de Andrómeda iba a convertirse en la principal causa de su muerte, también sería su gracia salvadora, lo que hizo que Perseo pusiera todo su empeño en salvarla.
Con el deseo de casarse con Andrómeda, el rey Cefeo le propone a Perseo una condición: le concedería la mano de su hija si este es capaz de matar al Cetus, salvando así a Andrómeda y a la ciudad de Etiopía.
Andrómeda y Perseo tuvieron que superar varias pruebas
Afortunadamente, Perseo pudo acabar fácilmente con el Cetus empleando la cabeza de la Medusa, que era capaz de convertir en piedra a cualquier ser vivo que la mirara a los ojos.
Otras historias aseguran que Perseo no llegó a emplear a Medusa para liquidar al monstruo, si que utilizó la misma espada mágica que había usado para destruir a Medusa.
Perseo colmado de agradecimientos por los padres de Andrómeda
Sin embargo, incluso después de salvar a la pobre Andrómeda del Cetus, Perseo tuvo que luchar contra Fineo, el hermano del rey Cefeo y el prometido marido de Andrómeda.
De nuevo, resultó ser una tarea bastante fácil con la ayuda de la cabeza de Medusa, convirtiendo así a Phineus en piedra al igual que lo hizo con el Cetus.
La vida de Andrómeda y Perseo tras lograr su libertad
Poco después Perseo de haber logrado la libertad de Andrómeda, ambos se casaron y decidieron poner rumbo de vuelta a Serifos.
Allí, Perseo logró rescatar a su madre Dánae del cautiverio abusivo del rey Polidectes. Tras resolver el problema, Andrómeda y Perseo salen de vuelta a Argos.
Después se dirigen a Larisa, una ciudad de Grecia, donde Perseo mata accidentalmente a su gobernante, el rey Acrisio, cumpliendo así una de las profecías previstas por los oráculos.
Tras este desafortunado suceso, Andrómeda y Perseo abandonan Larisa y proceden a convertirse en los gobernantes de Tirinto, donde vivirían el resto de su vida y tendrían nueve hijos que se cree que son los antepasados de los persas.
El mito de Andrómeda y la constelación que lleva su nombre
Después de vivir una vida feliz junto a su marido, el rey Perseo, Andrómeda muere de forma natural.
Pero antes de que eso sucediera, la diosa Atenea le prometió a Andrómeda que tendría un lugar en el cielo donde permanecería por toda la eternidad.
Esto se cumplió tras la muerte de Andrómeda y la diosa Atenea la colocó en la constelación de Andrómeda junto a su madre Casiopea y su amado esposo Perseo.
En este lugar, Andrómeda vivirá para siempre y las historias de su belleza perdurarán hasta el presente.