En la mitología griega, Eneas es un héroe troyano que también está relacionado con la mitología romana debido a que resultó ser uno de los personajes más importantes en la mitología que tuvo un papel fundamental en la fundación de la propia ciudad de Roma.
La figura de Eneas en la mitología griega toma relevancia dado que fue un caudillo del ejército troyano en la guerra de Troya que se describe en la Ilíada de Homero.
Veamos cual fue el papel fundamental de este héroe, quienes fueron los padres de Eneas y cómo llegó a pasar de convertirse en un caudillo militar a fundar una de las ciudades más importantes del mundo.
El origen del mito: los padres de Eneas de Troya
El padre de Eneas se llamaba Anquises, que era un miembro de la realeza troyana. Se dice que durante un día en el que Anquises fue a realizar sus labores de pastoreo, la diosa Afrodita, disfrazada de princesa, se enamoró de él debido a un hechizo de Zeus, y le proporcionó un hijo, Eneas, el que sería el héroe de la mitología griega.
Desgraciadamente, cuando Zeus se enteró por la propia Afrodita que había tenido un hijo con su amante Anquises, el dios del rayo quiso vengarse lanzándole su ira en forma de relámpago, dejándole paralítico.
Anquises, que temía por la vida de su único hijo, le pidió a Afrodita que protegiera a su hijo y esta le prometió que así sería. De esta manera, la diosa confió a Eneas a las ninfas, que lo educarían hasta los cinco años, para luego pasar a convertirse en pupilo del centauro Quirón, al igual que con otros héroes
El papel de Eneas en la guerra de Troya
Al igual que otros héroes, Eneas destacó durante la guerra de Troya, aunque se le consideraba como el más valeroso de los troyanos.
Lo cierto es que Eneas contaba con la simpatía y los favores divinos, pues a pesar de ser herido en una batalla, fue su madre, Afrodita quien le salvó.
Pero este favor de los dioses no sólo se limitaba a Afrodita. Durante una de las batallas principales de la guerra, Apolo envolvió a Eneas en una nube y lo transportó a otro lugar para que fuera curado por la diosa Artemisa.
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Por último, en un combate contra el héroe griego Aquiles, resultó herido de gravedad, y fue esta vez el dios Poseidón el que intervino para defender a Eneas.
Tras las derrotas en la guerra de Troya, Eneas se vio visto obligado a abandonar Troya
El héroe Eneas y Dido
A pesar de que la gran mayoría de la información sobre Eneas la podemos encontrar en la Ilíada, hay una segunda parte de su historia conocida como La Eneida de Virgilio, que continúa la historia de Eneas en la mitología griega.
Se cuenta que es uno de los pocos troyanos que quedan que no fue asesinado o forzado a la esclavitud y que fue capaz de reunir a un grupo de hombres que se conocieron como las Enéadas y que partieron hacia las tierras de Italia.
Tras seis años de búsqueda de un nuevo hogar, el grupo se estableció finalmente en Cartago, donde Eneas gobernó junto a la reina Dido, que se enamoró de él.
Desafortunadamente, un tiempo después, Afrodita le envió a su hijo Eneas de Troya un mensaje para convencerle de que abandonara tranquilamente Cartago, y este obedeció, provocando el suicidio de Dido por no poder soportar la tristeza.
Se dice que cuando Eneas muere y desciende al Inframundo, el fantasma de Dido se niega a perdonarle por haberle abandonado y además lo maldice, provocando que Cartago y Roma entrasen en guerra, en lo que se conocería más adelante como las guerras Púnicas.
Eneas de Troya fundaría Roma
Tras el mensaje de Afrodita, Eneas y su tripulación viajaron a la costa occidental de Italia y el rey de los latinos les permitió comenzar su vida en el Lacio.
Una profecía que les hizo saber que la hija del rey se comprometería con Eneas en lugar de con el hombre al que estaba prometida, provocó que éste hiciera la guerra contra Eneas.
Sin embargo, tras esa guerra prescrita, Eneas de Troya ganó y sus descendientes, cuyos nombres eran Rómulo y Remo, serían los que más adelante fundarían la ciudad de Roma, en la tierra del Lacio.
