Aquiles fue uno de los héroes griegos más famosos de la mitología griega, especialmente conocido por su papel fundamental durante la guerra de Troya.
Era el líder de los mirmidones y todo aquel que se enfrentaba a él lo consideraba invencible en la batalla por su fuerza, su orgullo y su mal carácter general. Se dice que incluso el Dios Apolo tuvo que intervenir para poder acabar con él.
Esta es la historia del mito de Aquiles…
El origen del mito del talón de Aquiles y su nacimiento
Aquiles era un griego hijo de Tetis, la mujer del titan Océano y de Peleo, el rey de los mirmidones. Cuando nació, Tetis sumergió a Aquiles en el río Estigia para hacerlo inmortal, pero cuando lo hizo, lo sujetó por el talón mientras lo introducía en las aguas.
Puesto que la única parte del cuerpo del pequeño Aquiles que no tocó las aguas del Estigia fue el talón, está sería la única zona que podría ser dañada, dando origen al mito del talón de Aquiles.
Por supuesto, esta no es la única versión que narra el origen de este mito. Se dice que Tetis decidió cubrir a su hijo Aquiles con ambrosía, lo que se consideraba el alimento de los dioses, y lo colocó encima de un fuego para sellar su inmortalidad.
De estas dos leyendas, la más aceptada entre los historiadores y mitólogos es la versión del rio Estigia.
Apariencia y personalidad de Aquiles
Se decía que Aquiles era un hombre sumamente guapo y que tenía una fuerza sobrenatural. También se decía que era extremadamente leal y que se sacrificaba por sus amigos y su familia, pero era vengativo y se enfadaba fácilmente cuando no conseguía lo que quería
La guerra de Troya y el papel fundamental del Héroe Aquiles
Al comienzo de la guerra de Troya, Odiseo, que era el rey de Ítaca trata de buscar a Aquiles con la idea de persuadirlo para que participe en la guerra venidera entre los griegos y los troyanos.
No le fue complicado convencerlo, puesto que Odiseo era un negociador nato que conocía muy bien el punto débil de Aquiles, sus ansias de gloria y de éxito. Así pues, Aquiles navegaría hasta Troya con una flota de unos cincuenta barcos cargados con soldados mirmidones, que era su propio ejército privado, al comienzo de la guerra de Troya.
Sin embargo, debido a un error de cálculo en la navegación, comenzaron desembarcando en Misia, que entonces era gobernada por Télefo.
Durante los enfrentamientos, el gobernante de Misia fue herido en la batalla por Aquiles, y se decía que sólo él tenía la capacidad de curarlo. Así pues, como intercambio, Télefo les indicó el camino hasta Troya.
Una vez allí, Aquiles y su ejército y los griegos realizaron un cerco sobre Troya que duraría una década, y fue aquí donde Aquiles destacó por la enorme cantidad de saqueos.
Uno de los hechos más destacados fue que Aquiles logró capturar y sacrificar a un príncipe Troyano en honor a Apolo, siendo esto un presagio de buena fortuna, dado que uno de los oráculos había afirmado que si el príncipe troyano moría, Troya no tardaría en caer.
Dado que este sacrificio se dio en un templo dedicado al Dios Apolo, este comenzaría a sentir desprecio y rabia hacia Aquiles, que más adelante trataría de hacerlo caer.
Durante uno de los asaltos, Aquiles secuestro a dos mujeres, sacerdotisas de Apolo, Criseida y Briseida, y el se quedó con esta última, y le dio a Criseida al líder del ejercito griego, Agamenón.
El padre de Criseida le ofreció a Agamenón un rescate por su hija, pero este se negó. Debido a esto, el dios Apolo envió una plaga al campamento de los griegos.
Preocupado, Agamenón decidió devolver a Criseida, y secuestró a Briseida de Aquiles, haciendo que estallara un conflicto. Este se resolvió haciendo que Aquiles y su ejército se retirasen de la batalla por el agravio cometido contra Aquiles.
Sin el apoyo de Aquiles, los griegos comenzaron a perder terreno, y Agamenón decidió ofrendarle regalos y devolverle a Briseida a Aquiles, pero este se negó por su orgullo.
Patroclo y Aquiles
Patroclo, uno de los más allegados de Aquiles, le pidió a este que volviera al conflicto, pero de nuevo, se negó. Finalmente, accedió a prestarle su armadura y a liderar a los mirmidones en su nombre, pero no con la intención de conquistar Troya, si no de defender el campamento griego
Los troyanos, al ver a Patroclo en la armadura de Aquiles, creyeron que era este ultimo y con una moral baja, perdieron la batalla.
Patroclo, henchido de gloria, siguió a los troyanos que huían hasta las murallas de Troya. En la batalla que tuvo lugar en los muros, el Dios Apolo intervino a través de Héctor, el príncipe troyano, y liquidó a Patroclo.
La ira de Aquiles
Al enterarse de la noticia de la muerte de Patroclo, Aquiles estallo de rabia. Ahora tomaría de nuevo a su ejército y movido por la venganza, contratacaría a los troyanos.
Durante la batalla, desafió a Héctor, el asesino de Patroclo, aunque el Dios Apolo trató de protegerlo enviando niebla a la pelea, finalmente ambos se enfrentaron entre si.
Héctor murió en combate y Aquiles ató el cuerpo a su carro y lo arrastró frente a la muralla de Troya, a la vista de su familia y de la ciudad.
¿Quién mató a Aquiles? ¿Cómo murió Aquiles?
La guerra continuó hasta que, durante uno de los combates, el hermano de Héctor, Paris, disparó una flecha guiada por el mismísimo Apolo, que impactó en el talón de Aquiles, su único punto débil, acabando inmediatamente con su vida.
De estos acontecimientos provienen el mito del talón de Aquiles.
La guerra finalizó cuando Odiseo logró infiltrarse con el regalo del caballo de Troya, dentro de los muros de la ciudad, poniendo fin a los asedios a los troyanos de una vez por todas.
¿Aquiles existió o es un mito?
La respuesta a la pregunta de si Aquiles existió de verdad es incierta.
No sabemos si de verdad hubo un gran guerrero llamado Aquiles o si está basado en un grupo de antiguos guerreros y líderes griegos.
Por desgracia, no hay nada que nos confirme si Aquiles fue un hombre real o puramente un mito.