El titán dios Helios era una de las más peculiares de entre las diversas figuras titánicas que podemos encontrar en el panteón de la mitología griega,
Cuando los griegos pensaban o mencionaban al dios Helios, la imagen que les acudía a su mente era la de un apuesto titán con una melena ondulada conduciendo un carro dorado tirado por cuatro corceles de fuego por el cielo.
Veamos un poco más sobre la historia de Helios dios del sol griego, sobre lo que representaba y sobre sus vínculos familiares y divinos.
El papel del dios del sol Helios en la mitología griega
Para los griegos, el titán dios Helios, era la representación del sol y de la luz solar que atravesaba el cielo cada día.
Algunos autores afirman que los griegos selectos lo veneraban tanto como a Zeus por la importancia que este tenía sobre sus vidas.
El aspecto del dios Helios según las fuentes mitológicas
Las obras de arte de la época suelen mostrar al dios Helios con una aureola brillante, el conocido como el halo de sol, sobre la cabeza, con unos ojos penetrantes y una larga cabellera rizada.
El dios Helios era hijo del titán Hiperión y de la titanesa Teia, por lo que era la segunda generación de titanes, y sus hermanas eran las diosas de la luna Selene, y de la aurora, Eos.
El dios titán tuvo varias esposas y consortes y entre ellas estaban su hermana Selene y Perse, una Oceánida.
Leyendas e historias de la mitología del dios Helios
Al dios del sol Helios se le solía atribuir que era ojo que todo lo veía, ya que los griegos creían que podía ser testigo de cualquier cosa en los cielos o en la tierra por su poder como deidad.
De hecho, según el mito del rapto de Perséfone por Hades, fue Helios quien vio el crimen, y precisamente, cuando la diosa Deméter exigió saber el paradero de su hija, el Titán Helios pudo informarle de que Hades había secuestrado a su hija.
Otra historia que ilustra su habilidad describe a Helios como testigo de un romance entre Afrodita y Ares. Informó de ello a Hefesto, el marido de Afrodita, y ayudó a tender una trampa para atrapar a los dos amantes.
Atrapados en el acto, los dioses desterraron a Ares del Olimpo por su crimen. Esta habilidad lo convirtió en un amigo valioso y en un enemigo temible.
El ciclo del día era explicado gracias al dios Helios
Como dios del sol, Helios hacía un viaje diario por el cielo mientras que cada mañana su, hermana Eos, pintaba el cielo del amanecer con sus dedos y apartaba la cortina de niebla por la que aparecía Helios.
Él conducía su ardiente carro a través de los cielos hasta que sus viajes estaban completos.
En ese momento se escondía en una copa de oro que caía a la tierra mientras su hermana Eos comenzaba su viaje nocturno.
Una representación del dios titán Helios
La leyenda cuenta que un día, mientras se perdía en su búsqueda de la isla de Erythia, Hércules se frustró y disparó una flecha hacia el sol. Al darse cuenta de lo que había hecho se disculpó con el Titán dios Helios.
Sin embargo, el dios Helios quedó tan impresionado por la audacia de esta acción que le regaló a Hércules su copa de oro. Hércules pudo entonces utilizar esta copa para llegar a su destino.
La aparición del dios del sol Helios en La Odisea de Homero
El dios Helios tiene un pequeño pero notable papel en la Odisea. Cuando Odiseo y sus hombres desembarcan en Thrinacia, una de las islas dedicadas al dios del sol Helios, Odiseo les advierte que no toquen el ganado ni las ovejas de Helios que pastan en la tierra.
Estos deciden no hacer caso de esta advertencia y, en su ausencia, matan a algunos de los mejores animales. Alertado por una de sus hijas, el dios Helios pide venganza a Zeus.
Amenaza con tomar el sol y hacerlo brillar sobre los muertos del Inframundo en lugar de sobre la tierra si el acto de los hombres queda impune.
Zeus entonces golpea la nave de la tripulación con un rayo matando a todos excepto a Odiseo.
Otras historias sobre el dios Helios
La isla de Rodas, que se cree que fue creada por Helios, es un lugar donde la gente lo honra como una deidad importante.
La leyenda cuenta que cuando la isla nació era fangosa e inhabitable, y entonces, el dios del sol Helios secó la tierra y la llenó de vida.
Debido a la intervención de Helios como vector de vida, algunos residentes de la isla le adoraron y la isla se convirtió un lugar de culto para el titan dios Helios.
En el siglo III a.C., los habitantes de Rodas construyeron el Coloso de Rodas, una estatua de 30 metros de altura en honor al dios titan Helios, que fue una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Los dorios, uno de los cuatro grupos étnicos más importantes de Grecia en esa época, también parecían celebrar a Helios más que muchos griegos de la época. Incluso se especula que fueron ellos quienes llevaron el culto al dios del sol a Rodas.
Como hemos visto, el dios Helios jugó un papel interesante en la mitología griega y parece que finalmente fue reemplazado por Apolo.
Sin embargo, su imagen de apuesto titán conduciendo un carro ardiente tirado por el cielo por sus corceles que escupen fuego sigue viva hasta nuestros días.