En la mitología griega, podemos encontrar a Selene, diosa de la Luna, que representaba realmente a la propia Luna.
Bien es cierto que la naturaleza de esta deidad es en realidad de origen titánico, al igual que a muchas otras figuras titánicas, a Selene también se le considera una diosa titan.
Aunque cuenta como una diosa por derecho propio, Selene se asocia a menudo con la diosa arquera Artemisa, que también es una diosa de la luna y ambas están asociadas con Hécate.
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El papel de la diosa Selene en la mitología griega
Como ya hemos visto, Selene es una diosa Titán, perteneciente al grupo de los seres divinos que precedieron a los dioses y diosas olímpicos. Los primeros de estos seres divinos surgieron de lo primordial y originalmente se llamaban madre Gea y padre Urano.
La diosa Selene, sin embargo, no estaba directamente relacionada con Urano y Gea, de hecho, era hija de los dioses titanes Theia e Hiperión.
La diosa Selene tenía dos hermanos, Eos, diosa del amanecer, y Helios, dios del sol.
Selene diosa de la luna y la distinción entre otras deidades
Aunque los antiguos griegos consideraban que Hécate y Artemisa se contaban como diosas lunares, sólo la diosa titán Selene era la luna misma.
Según la mitología griega, la diosa Selene era la conductora del carro lunar, un vehículo tirado por unos celestiales caballos blancos y que se usaba para proporcionar la luz de la luna durante las noches. De esta forma, los antiguos griegos justificaban la luz de la luna durante las noches.
En ciertas ocasiones, a la diosa Selene se la fusiona con la diosa Artemisa y ambas adquieren el mismo papel como diosas de la caza y de la luna
A la diosa Selene se la representa en el arte antiguo con el símbolo de la luna (normalmente creciente). Aunque la mayoría de las veces se la muestra montando a caballo, algunas representaciones la muestran conduciendo una yunta de bueyes.
En este caso, su luna creciente se forma con los cuernos del toro.
Algunos de los mitos más interesantes de la diosa Selene
La diosa de la luna Selene amaba a un hombre mortal llamado Endymion y se dice que ella lo vigilaba mientras dormía junto a su ganado. Selene visitaba a Endymion cada noche en su lugar de descanso cerca del monte Latmos y finalmente, la pareja tuvo unos cincuenta descendientes.
Un relato afirma que Endymion y la diosa Selene sean los padres de Narciso, el cazador del mundo antiguo que se encaprichó de su propia belleza.
Aunque la mayoría de las veces se asocia a Endymion, algunos relatos hablan de la relación de la diosa Selene con Zeus. Esta pareja también tuvo bastantes hijos, según algunas versiones de la mitología.
En otros relatos se dice que fue el propio Zeus quien dio la inmortalidad a Endymion, haciendo que este siempre fuera joven. Sin embargo, no lo hizo de manera gratuita, puesto que Endymion tuvo la opción de elegir cuándo moriría.
La relación de la diosa Selene griega con la romana
Los eruditos que estudian a los Titanes dicen que algunos de los rituales e historias asociadas con dioses y diosas como Selene existieron para apoyar antiguas prácticas chamánicas.
Cuando la identidad griega de la diosa Selene se transformó en la romana, se convirtió en Luna, pues este era el nombre de la deidad romana, y se la consideró como la única deidad que gobernaba sobre ella.
Así pues, la diosa Selene era la diosa de la luna romana, aunque adquirió el nombre de Luna. Como tal, era venerada como una de las deidades más importantes para la agricultura.
De hecho, la diosa Selene tenía un templo en el monte Palatino e incluso se levantó un culto misterioso que la veneraba, apoyando así la suposición de que las historias de ciertos dioses titanes formaban parte de los antiguos rituales chamánicos de la vida cotidiana.